Este libro es uno de esos que se volvió cool entre la cultura de jóvenes letrados en EEUU en los 90s/00s, al igual que "La Broma Infinita" de David Foster Wallace, empujando cierta renovación de las letras norteamericanas que venían del dominio variopinto de Philip Roth/Tom Wolfe/Thomas Pynchon.
¿Hay motivos para que se haya convertido en un éxito de ventas? ¿Vale la pena leerlo? Definitivamente, sí.
Esta novela es autobiográfica (obscenamente, diría, ya que el autor intenta explotar al máximo sus sentimientos) y relata la vida del autor después de la muerte en el mismo año de su padre y su madre, poniéndolo en la situación de hacerse cargo de su hermano menor (9 años) teniendo él apenas 20. Es fácil predecir un potencial dramático amplio en esa situación, pero lo impredecible es lo gracioso que resulta el libro. Y no es por el uso del humor negro (o sí, pero en parte nomás), sino por la inventiva de la prosa y los diálogos tan naturalistas entre dos hermanos bastante inmaduros. El libro tiene un prólogo amplísimo que sirve como descargo/advertencia/instrucciones para leer que es de lo más divertido del libro, así como notas sobre lo que sucedió después de la publicación del libro (con sus consecuencias sobre la vida privada del autor).
Las partes dramáticas son muy buenas, evocando imágenes imborrables de la tragedia familiar del autor. El resto del libro tiene momentos muy graciosos y con los que cualquier lector que ronde los 20/30 se identificaría, sea hombre o mujer, pero ciertamente más los hombres, porque hay en la historia una sensación de juego e inmadurez que son típicamente masculinas. Como ejemplo, un croquis detallando la trayectoria por la que corrían en medias el autor y su hermano, deslizándose sobre el parqué, o las descripciones de los juegos (frisbee, juegos agresivos, batallas verbales) que lo involucran a uno en esa relación tan simbiótica y particular entre el autor y su hermano.
Y ése es el punto de todo el libro, en realidad: un tipo joven, aparentemente despreocupado, pero que esconde una enorme ansiedad sobre el futuro (como todo joven, sí, pero amplificada mil veces) y sobre cuidar a otro chico al que trata como su hijo pero que ambos saben que es un simulacro, ya que arrastran el conocimiento de haber perdido a sus padres. Ahí se mezclan los dramas de cualquier persona joven, los deseos y los sueños y el temor a la muerte, puntuados por la necesidad de hacer todo eso a un lado para ocuparse de otro. Es un contrapunto interesante que contrasta el egocentrismo del autor con su generosidad hacia su hermano y eleva este libro de una "disquisición sobre la vanidad de los veinteañeros americanos" a una expresión de un tiempo, un lugar y una sensación, la de tener todo el mundo sobre los hombros pero en el fondo, ser solo un tipo que no quiere dejar de ser joven todavía.
Puntaje completamente subjetivo: 8/10
Te va a gustar si te gustan:
¿Hay motivos para que se haya convertido en un éxito de ventas? ¿Vale la pena leerlo? Definitivamente, sí.
Esta novela es autobiográfica (obscenamente, diría, ya que el autor intenta explotar al máximo sus sentimientos) y relata la vida del autor después de la muerte en el mismo año de su padre y su madre, poniéndolo en la situación de hacerse cargo de su hermano menor (9 años) teniendo él apenas 20. Es fácil predecir un potencial dramático amplio en esa situación, pero lo impredecible es lo gracioso que resulta el libro. Y no es por el uso del humor negro (o sí, pero en parte nomás), sino por la inventiva de la prosa y los diálogos tan naturalistas entre dos hermanos bastante inmaduros. El libro tiene un prólogo amplísimo que sirve como descargo/advertencia/instrucciones para leer que es de lo más divertido del libro, así como notas sobre lo que sucedió después de la publicación del libro (con sus consecuencias sobre la vida privada del autor).
Las partes dramáticas son muy buenas, evocando imágenes imborrables de la tragedia familiar del autor. El resto del libro tiene momentos muy graciosos y con los que cualquier lector que ronde los 20/30 se identificaría, sea hombre o mujer, pero ciertamente más los hombres, porque hay en la historia una sensación de juego e inmadurez que son típicamente masculinas. Como ejemplo, un croquis detallando la trayectoria por la que corrían en medias el autor y su hermano, deslizándose sobre el parqué, o las descripciones de los juegos (frisbee, juegos agresivos, batallas verbales) que lo involucran a uno en esa relación tan simbiótica y particular entre el autor y su hermano.
Y ése es el punto de todo el libro, en realidad: un tipo joven, aparentemente despreocupado, pero que esconde una enorme ansiedad sobre el futuro (como todo joven, sí, pero amplificada mil veces) y sobre cuidar a otro chico al que trata como su hijo pero que ambos saben que es un simulacro, ya que arrastran el conocimiento de haber perdido a sus padres. Ahí se mezclan los dramas de cualquier persona joven, los deseos y los sueños y el temor a la muerte, puntuados por la necesidad de hacer todo eso a un lado para ocuparse de otro. Es un contrapunto interesante que contrasta el egocentrismo del autor con su generosidad hacia su hermano y eleva este libro de una "disquisición sobre la vanidad de los veinteañeros americanos" a una expresión de un tiempo, un lugar y una sensación, la de tener todo el mundo sobre los hombros pero en el fondo, ser solo un tipo que no quiere dejar de ser joven todavía.
Puntaje completamente subjetivo: 8/10
Te va a gustar si te gustan:
- Las historias agridulces
- Lo trágico
- El humor autocrítico
- La prosa posmoderna y dialoguista
- Los personajes vanidosos pero simpáticos